Relato lleno de simbolismos y de críticas que nos incitan a la reflexión.
En esta sociedad donde el individualismo nos ciega y la desesperanza, la violencia y la falta de ideales esta a la orden del día, Saramago nos presenta esta narración adaptada, en la cual como bien dice:
"Me gustaría saber escribir esas historias, pero nunca he sido capaz de aprender, y eso me da mucha pena. Porque, además de saber elegir las palabras, es necesario tener habilidad para contar de una manera muy clara...".
Estas palabras provocan la reflexión en lo más esencial del género infantil, muchas veces considerado territorio de fácil acceso si no se valora suficientemente al receptor. La afirmación de Saramago es a la vez una crítica a los libros que pudieran realizarse sin esta cualidad que él señala como imprescindible: "saber elegir las palabras", seguramente lo más difícil para un escritor, cualquiera sea el texto que se proponga.
He aquí la maravillosa pluma de Saramago, pues hay pues dos mensajes, uno para el lector infantil y otro para todos los hombres y mujeres que se interrogan sobre su lugar en el mundo.
Os invito a disfrutarlo, analizarlo y reflexionar sobre como lo más ínfimo puede hacer que todo cambie, como puede impulsar a algo más grande, al cooperativismo a ayudarse a saber respetarse y sobre todo a que solo juntos podremos superar las peores dificultades.
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